Cómo dividir los gastos cuando te vas a vivir juntos (sin pelear): guía práctica para parejas jóvenes
Mudarse juntos es emocionante… y también puede ser el primer tema serio que pone a prueba la relación:
¿quién paga la internet? ¿cómo repartimos el arriendo? ¿qué pasa con las compras del supermercado?
Si estás leyendo esto, probablemente seas un joven profesional que recién convive y quiere orden, justicia y menos peleas por dinero.
Aquí te dejo una guía simple, práctica y sin jerga para que empezar a administrar los gastos en pareja sea pan comido.
(nota: el contenido mantiene un estilo claro y directo y respeta la petición de que el tono de los artículos sea más cercano y cotidiano).
1) Hablen claro desde el día 1
Antes de llegar al tema técnico, lo más importante es conversar. No se trata de llevar cuentas como auditoría, sino de ponerse de acuerdo en objetivos: ¿ahorran para un viaje? ¿cada uno aporta según ingresos? ¿tienen gastos compartidos fijos (arriendo, servicios) y variables (comida, ocio)? Un diálogo honesto evita sorpresas.
2) El método más simple: gasto compartido + cuentas personales
Una forma sencilla que funciona para muchas parejas jóvenes:
- Definan los gastos compartidos (arriendo, agua, luz, internet).
- Cada uno mantiene su cuenta personal para gastos propios.
- Para los gastos compartidos pueden aportar una cantidad fija mensualmente o usar una proporción según ingresos.
3) ¿Por qué la proporción según ingresos es justa?
Imagina que uno gana mucho más y el otro tiene un salario inicial: pedir que ambos paguen 50/50 puede generar tensiones. Pagar en proporción a los ingresos (por ejemplo, 60/40) hace que el esfuerzo sea equitativo y evita resentimientos. Es una forma de buscar justicia económica sin complicarse.
4) ¿Cómo lo calculan en la práctica? — Aquí entra Split
Hacer los cálculos a mano es tedioso. Ahí es donde Split, la función de Didomoney, cambia el juego. Con Split puedes:
- Registrar ingresos de cada uno.
- Marcar los gastos que son compartidos.
- Calcular automáticamente la proporción más justa y cuánto debe transferir cada quien.
Split facilita decisiones concretas y reduce discusiones: los números hablan por sí solos. Además, es ideal para quienes entienden poco de finanzas porque hace los cálculos por ustedes.
5) Esto es especialmente importante para las mujeres que buscan independencia financiera
Muchas mujeres valoran no depender económicamente de su pareja y quieren claridad y justicia en la repartición de gastos. Usar una herramienta como Split permite mantener autonomía, ver cuánto aporta cada uno y tomar decisiones informadas sobre ahorro, gastos y objetivos en común.
6) Reglas prácticas para evitar peleas
- Revisen el resumen mensual juntos (10 minutos).
- Establezcan un fondo común para imprevistos.
- Pongan límites para gastos personales “sorpresa”.
- Revisen la proporción cada 6 meses si hay cambios de trabajo o ingresos.
¿Listos para probarlo?
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